La Policía Local realiza una nueva campaña de alcohol y drogas en colaboración con la Dirección General de Tráfico

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La Policía Local de Salamanca va a llevar a cabo entre los próximos días 3 y 9 de junio una nueva campaña especial, intensiva y aleatoria para controlar las tasas de alcoholemia y drogas en la conducción. Estos controles se suman a los que, de forma habitual y periódica, se vienen  efectuando en el término municipal y suponen un incremento de las acciones preventivas en la materia, en coordinación directa con la Dirección General de Tráfico.


Lamentablemente sigue registrándose un alto número de accidentes a causa de la influencia del alcohol y las drogas en la conducción. El alcohol está presente como factor concurrente o desencadenante en un tercio de los accidentes mortales y, dependiendo de su tasa, multiplica entre dos y quince el riesgo de sufrir un accidente. En el año 2017, el 33% de los conductores fallecidos y examinados por el Instituto Nacional de Toxicología, resultaron positivos a alcohol, drogas o psicofármacos.


Si se consiguiera erradicar el consumo de alcohol y las drogas en la conducción podrían evitarse más de mil muertes anuales. No obstante, como apunte alentador, hay que señalar que el cambio de comportamiento y sensibilización de la ciudadanía en general ha hecho que el porcentaje de positivos en controles preventivos o aleatorios de alcohol y drogas descienda de una forma notable en el último decenio, pasando del 5,1% al 1,4%. Sin embargo, en el caso de las drogas este descenso no se está produciendo.

    

Conducir después del consumo de sustancias psicoactivas es desgraciadamente un hecho frecuente en España. Aparte del alcohol, casi un 15% de los conductores se pone al volante tras haber consumido alguna sustancia o droga de abuso que puede afectar la capacidad para desarrollar una conducción segura. El cannabis y la cocaína son las dos sustancias más frecuentemente detectadas.


El incremento de estos controles pretende reducir, en la medida de lo posible, la incidencia negativa que el consumo de alcohol y drogas tiene en zona urbana, especialmente durante los fines de semana y en determinados lugares próximos a locales de ocio. Resulta necesario vigilar y controlar las tasas de alcoholemia y drogas en el ámbito local con el objetivo de mejorar los niveles de seguridad vial. En las ciudades, el alcohol y las drogas suponen un riesgo añadido para los peatones, como usuarios de las vías que comparten el espacio público.


Según los datos que facilita el Instituto Nacional de Toxicología, el alcohol y las drogas de abuso suponen también un riesgo para los peatones, como demuestra el hecho de que la mitad de los viandantes fallecidos presentaron tasas positivas.    

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