Salvar el Archivo de Salamanca lanza un llamamiento a los partidos políticos

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Reclamacion Archivo Salamanca

Una crónica de Javier Muñoz | El pasado martes se congregaba a un público que abarrotaba la Sala de La Palabra (Teatro Liceo, Salamanca) para acudir a un coloquio en el que aportaban las suyas los ilustres escritores Gonzalo Santonja y Antonio Piedra. No obstante, la mesa era encabezada por el moderador del acto y verdadero protagonista de esta lucha: Policarpo Sánchez, para poner a debate el expolio de documentos del Archivo Nacional de Salamanca por parte de la Generalidad de Cataluña. Tras presentar a sus acompañantes, puso el Manifiesto de Salvar el Archivo de Salamanca a su disposición para que pudieran estampar las firmas correspondientes.


Antes de dar la palabra a los interventores, el presidente de la Asociación Salvar el Archivo de Salamanca anunciaba la noticia estrella: con motivo de las elecciones generales del 28 de abril, ya se ha solicitado a todos los partidos políticos la inclusión en sus programas electorales la derogación de la Ley de Memoria Histórica, la que posibilitó esta sustracción de documentos. De esta manera, también se pide una vez más que se aplique a rajatabla la sentencia que dictó la devolución de los documentos retenidos. Se advierte que la Generalidad de Cataluña “está poniendo toda la carne en el asador” para que el Gobierno le entregue los nuevos documentos que ya han intentado hurtar por segunda vez. Incluso, el Ministro de Cultura acordó entregarlos durante el primer trimestre de este mismo año. Por ello, “cada persona que pueda prestarnos su apoyo es fundamental”, y por lo que ya se han unido a la causa diversas empresas y asociaciones, no solo de Salamanca, sino también de Cataluña. Con este expolio, “se resucita la mentira de que la Guerra Civil fue un conflicto entre Cataluña y España”.


Gonzalo Santonja, en primera instancia, resume el acontecimiento señalando que la Generalidad llegó y se fue con los documentos como si España fuera “un territorio conquistado”. Citando unas líneas de su propio libro El archivo de la memoria rota, publicado en 2007, destaca que “quiero sentir a Salamanca, Castilla y León y España unidas por el archivo”. Admite que ser una de las primeras cincuenta personas que firmaron el manifiesto de Salvar el Archivo de Salamanca, le ha llegado a pasar factura. “Hubiera preferido no pagarlo, pero si hay que pagarlo, se paga y punto”. 


Durante su intervención, reconoce que se ofreció a ERC o quien guste para discutir sobre cuestiones históricas manipuladas por los separatistas, ante lo que no ha obtenido respuesta. “Ya basta de complejos. Soy españolista y desde que lo reconocí en la universidad, me va mucho mejor y siento mucho más cariño. España es un país maravilloso y nadie puede alterar nuestro modo de vida.” Para finalizar, recuerda que “Barcelona no opuso resistencia ante el franquismo; al contrario, se desplegó un desfile en pocas ocasiones visto. ERC pretendía borrar las huellas que prueban su implicación durante la dictadura y que el mayor número de afiliaciones al Bando Nacional se produjo en Cataluña. Y todo esto está documentado”.


A continuación, Antonio Piedra lo calificó como “un atraco legal, porque algunas leyes incitan a ello”. Por otra parte, “si renunciamos a todos esos papeles, olvidamos nuestra historia e identidad. Y cuando eso ocurre en un pueblo, éste muere lentamente”. Además, incide en que “este acontecimiento está escrito en clave destructiva”, y profundiza aún más: “estos complejos políticos vienen de que todos los partidos han ido a la sinfonía de Els Segadors”. Por último, cierra de manera contundente: “que los ladrones sean perseguidos. Una ley infame se quita con otra ley de respeto”.


Tras este evento, la asociación da un nuevo paso al frente en el marco social y político, haciendo saber de la importancia de la documentación extraída para que el Gobierno recupere un sentido común que, consecuentemente, estaría ligado a la armonía y convivencia tan necesarias entre españoles.   

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